Una de las tantas consecuencias desgarradoras de un conflicto bélico, y de otras situaciones de violencia, son las personas desaparecidas. Seres humanos que, de la noche a la mañana, su entorno social (familiares, amigos, vecinos, el barrio, etc.) no volvió a verles y, en el paso del tiempo, dejaron de saber de él o de ella… ”como si la tierra se lo hubiera tragado…”.
La incertidumbre de qué pudo suceder, la falta de noticias un día tras otro, noches de insomnio, la esperanza en los primeros días y semanas entrelazada con el miedo “a lo peor”, el qué ha sido de él o de ella, el “dónde puede estar”, el desinterés político y social por “el tema”, etc., son algunos elementos en la vivencia de sus allegados.
Sin duda no todos los desaparecidos son iguales, cada caso es único, como única es cada persona y como tal merece ser estudiado; pero tienen algo en común: “los suyos” quieren, y tienen necesidad, de saber de ellos.
El fotorreportero Gervasio Sánchez cuenta con una trayectoria de 25 años documentando este problema social que se extiende por escenarios de América Latina, Asia y Europa (incluyendo España). Y fruto de este extraordinario trabajo, cuyo compromiso continúa, surge Desaparecidos: una triple exposición documental en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC), el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) y La Casa Encendida de Madrid, integrada por 250 fotografías con ocho murales con 80 retratos y dos grabaciones audiovisuales.
Más información en: http://www.elpais.com/especial/desaparecidos/
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