¿En qué consiste la técnica de la Refotografía?.
Refotografiar consiste en volver a tomar una fotografía desde el mismo lugar en que fue hecha otra imagen anterior. Es una acción muy simple que desencadena consecuencias importantes, especialmente desde un punto de vista conceptual. Ya que enfatiza el acto foto- gráfico esencial: accionar una cámara en un lugar y momentos determinados.
Pero también, desde el punto de vista psicológico tiene consecuencias, dado que en muchos casos el fotógrafo suele estar implicado en los hechos y lugares que refotografia. Por ello, el acto de volver a visitar los lugares fotografiados adquiere mayor relevancia, al formar parte del propio relato.
¿Cómo y cuándo surge?.
El primer fotógrafo que realizó un proyecto especifico de Refotografia fue Mark Klett. En 1984 Klett publicó «Second View». Era el fruto de un basto proyecto iniciado en 1977, «The Rephotographic Survey Project», que consistía en volver a fotografiar los escenarios del Oeste Norteamericano que ya se habían registrado, en el siglo XIX, durante las expediciones comisionadas por el Gobierno Federal de los Estados Unidos, integradas por científicos y fotógrafos, para explorar aquellos territorios, entonces desconocidos. Klett retomó este mismo trabajo a finales de los años noventa. Así publicó «Third Views, Second Sights», donde se recogen las imágenes tomadas en el siglo XIX, junto con las de los años setenta y noventa del siglo XX. Así, el primer libro «Second View»ocurridos ante la cámara durante cien años. En cambio, en el segundo libro, Third Views, second sights», se registraban los cambios que se daban tras la óptica. Estos cambios eran de dos tipos: tecnológicos, pues, tanto las fotos tomadas en 1870 y 1970 eran sobre soporte químico, mientras que las tomadas a finales del siglo XX fueron hechas sobre soporte digital. Pero también ocurrían cambios unos pocos centímetros más atrás, en el fotógrafo, pues tanto las fotos de los años 70 como las de los 90, fueron realizadas por el mismo equipo de personas, que, sin duda habían experimentado cambios profundos, durante los 20 años que separan ambas tomas.
Pero, por otro lado, de manera inconsciente se viene haciendo refotografia desde hace mucho tiempo. Dado que, tras tantos años de existencia de la fotografía, cualquier persona puede estar segura que desde allí donde toma una foto en el momento presente, alguien ya lo ha hecho antes. Esta densidad de miradas recuerda, por ejemplo, el trabajo de Corinne Vionnet, quien recopila de las redes sociales fotos de monumentos archiconocidos y las solapa con transparencia una sobre otra. A pesar de la cantidad de imágenes superpuestas, es fácil distinguir el monumento en cada obra suya.
¿Qué objetivos tiene la Refotografía?.
En realidad la refotografía no tiene ningún objetivo por sí misma. Como un retrato, un paisaje o un bodegón tampoco lo tienen, mas allá del que quiera proponer el propio fotógrafo. Es más bien un recurso, que el autor puede utilizar para dar un determinado sentido a su trabajo.
Aunque si que hay pequeños matices, que la refotografía incorpora y que confieren cierto significado a la obra donde ésta se inserta. Por un lado, refuerza el valor de la presencia del autor en el lugar donde se produce la imagen. Esto es muy evidente en cierto tipo de refotografía, en la que el fotógrafo sostiene con su mano una imagen antigua ante la cámara, de manera que encaje sobre el fondo actual que la contextualiza.
Existe otra manera de presentar las refotografías, que consiste en conectar una o mas imágenes antiguas sobre una fotografía actual del mismo paisaje. En producciones de este tipo, se está reforzando ese concepto de densidad de miradas al que nos hemos referido anteriormente. Pero, sobretodo, está advirtiendo que las fotografías son algo inacabado. Porque, de la misma forma que un fotógrafo inserta su foto junto a una imagen antigua, alguien puede venir más tarde, para incluir ambas en una imagen nueva. Por ello, una refotografía es una fotografía abierta, que pregunta quien será el siguiente en interactuar con ella, en un proceso inacabable.
¿Qué público se ha interesado por el trabajo de la Refotografía?.
En general el público se siente atraído por este tipo de fotografía, supongo, por la elocuencia con que se expresa y la fuerza que desata. Es una estrategia representativa eficaz, que muestra el poder de las imágenes cuando resuenan en el mismo lugar donde se originaron. Es un vehículo además muy expresivo, ya que, con solo la información de la imagen contextualizada en su espacio, el observador puede leer la sucesión temporal que ambas sugieren.
Por ejemplo, existen en la red diversas páginas donde el público puede compartir sus propias imágenes. Me refiero, al proyecto «Dear Photograph», donde cualquiera puede enviar sus refotografías realizadas a partir de una foto del álbum familiar. Está repleta de unas imágenes bellísimas, perfectamente ejecutadas por personas absolutamente amateurs y acompañadas por unas reflexiones llenas de añoranza y optimismo, sobre paso del tiempo.
¿En qué se centra tu trabajo refotográfico, Ricard?.
Intento que mis fotografías hablen sobre el futuro. Como dijo Woody Allen es un lugar que me interesa, porque pienso pasar el resto de mi vida allí. También es el lugar donde yo encuentro las imágenes antiguas con las que trabajo, pero también es el momento en que el observador siempre descubre, tanto mis proyectos, como las fotos previas que ellos incluyen.
Realizo este trabajo en tres formatos. El primero consiste en el tipo de refotografías que hemos descrito como imágenes planas, ya sea sobre papel o pixeles. Pero también realizo instalaciones fotográficas en el espacio público. Consisten en emplazar, a tamaño natural, fotografías de hechos históricos en el mismo lugar donde sucedieron. He hecho varias instalaciones de este tipo. Al poner en relación las imágenes colosales con su entorno, esas fotografías reciben un tratamiento escultórico. Pero, además habilitan al público a interactuar con ellas a través de su propia experiencia perceptiva.
Por último, realizo proyectos docentes que aprovechan la elocuencia de las imágenes cuando estas son observadas en el lugar de origen, para transmitir unos contenidos, casi siempre relacionados con la historia.
Parece ser que hay un público interesado en plasmar con esa técnica fotos en escenarios vinculados con la Guerra Civil Española. ¿Qué puedes comentarnos al respecto?.
Cualquier foto desencadena una reacción llena de energía fruto de la resonancia que se establece con el paisaje actual que la rodea. Si, además, la imagen registra un acontecimiento importante, la sensación es extraordinaria. Por ello creo que son muchos los que realizan trabajos alrededor de ese episodio tan doloroso e inconcluso.
En mi caso, he realizado dos trabajos al respecto. El primero fue un proyecto sobre el registro fotográfico de los bombardeos sobre Barcelona, durante ese período. El resultado pude plasmarlo en la instalación «Runa» (Barcelona, 2008), que consistió en emplazar cinco imágenes de los efectos de aquellos ataques, en el mismo lugar donde estos sucedieron. El resultado reflejaba no solo la brutalidad de aquellos hechos, sino también la fragilidad de las personas que fueron el objetivo aleatorio de aquellas agresiones.
Por otro lado, realicé otro proyecto a partir de los negativos de Agustí Centelles en Barcelona, tomados durante las primeras horas del golpe de Estado que dio lugar aquella guerra. Esas imágenes, no solo describen un hecho crucial, que aún modula la historia actual de este país, también narran el proceso por el que una persona -el fotógrafo- percibe unos acontecimientos importantes y los metaboliza para poderlos entender y transmitir. En 2009 realicé la instalación fotográfica, «Forats de Bala», con unas fotografías emblemáticas de Agustí Centelles de aquellas primeras horas de una guerra.
¿En qué momento se une la refotografia a la búsqueda de fotografías familiares?.
La Refotografia interviene en la recuperación de los álbumes familiares desde el deseo y en algunos casos, la necesidad de recordar a nuestros antepasados. Habitualmente todos partimos de los recuerdos que padres, abuelos y demás familiares nos evocan cuando observamos junto a ellos una fotografía. Sin embargo, en algunos casos sentimos la necesidad de querer más información. La Refotografia permite ampliar el conocimiento de esos recuerdos, ya que podemos visualizar con esa imagen guiada aquel momento preciso en el que unos padres se casaban y bajaban por aquellas escaleras que hoy nosotros decidimos refotografiar. Aquella fotografía -en aquel momento y espacio precisos- fue una experiencia única que podemos intentar atrapar al colocarnos en el mismo espacio donde años antes se realizó. La Refotografia permite esta interacción, esta comunicación no verbal entre las imágenes, se convierte en vehículo de emociones y sentimientos profundos.
En esta línea, estamos realizando junto a Susanna Muriel Ortiz, archivera especializada en colecciones fotográficas, el taller “Del Recuerdo a la Mirada”, en el que enseñamos una pautas básicas para organizar y conservar en casa las colecciones de fotografías y al mismo tiempo invitamos a los participantes a estos talleres a experimentar la Refotografia con sus álbumes familiares como una manera de engancharse a los recuerdos sin condiciones.
Una vez que ya has finalizado un trabajo de este tipo ¿Cómo reacciona la gente a la vista del resultado?.
Te contaré un caso que nos pasó durante el montaje de «Repressió i Resistencia» (Barcelona, 2010). Fue una instalación pública que nos encargó «Memorial Democràtic» y que se basaba en 12 fotografías de episodios de represión y lucha por los derechos civiles durante la dictadura y los primeros años de la Transición. Una de ellas se montó frente a la catedral de Barcelona. La imagen registraba la salida de la catedral del dictador Franco acompañado del alcalde Porcioles. Era una imagen imponente de cinco metros de ancho. La estuvimos ensamblando en el suelo y, en el momento de izarla, todo el mundo que pasaba por allí se detuvo. Observaban la imagen con cierto estupor. Me recordó extraordinariamente la primera escena de «To be or not to be», de Ernst Lubitsch cuando la población de Varsovia descubre en 1939 a Adolf Hitler paseando por las calles de su ciudad.
Posteriormente, esa misma imagen recibió un sin número de graffiti, tantos que, al final, tuvimos que volver a reponer la imagen, para que los usuarios tuvieran de nuevo espacio para explayarse.
Y , como realizador del mismo, ¿qué impresión te ha causado?.
La sensación es poderosa. Recuerdo uno de mis primeros trabajos con las registros de los efectos de los bombardeos de la Guerra Civil en Barcelona. Con una imagen en la mano, y en el mismo lugar donde fue tomada, a veces la información es reversible. Puedes reconstruir donde estaba el fotógrafo, pero también donde estaban los escombros de las casas, sus víctimas y las personas que acudían a intentar rescatarlas. Ello, como experiencia perceptiva, es poderosísimo. Si haces una foto, puedes transmitir una parte de esa fuerza percibida al observador. Pero si instalas esa imagen original en grande en el mismo lugar, entonces habilitas al observador para que él también experimente su propia percepción ante el hecho plasmado en la imagen y registrado en el paisaje.
A la vista de vuestra experiencia ¿creéis que esta técnica ayuda en algo a los protagonistas de las historias de refotografía basadas en experiencias extremas?.
Como hemos comentado anteriormente, para hacer una refotografia es necesario poner la cámara en el mismo lugar en que alguien ya lo hizo. En ese momento, nuestros pies estarán en el mismo espacio en que estuvo el fotógrafo. Este gesto es, en esencia, un acto de empatía. Algo muy necesario para resolver conflictos, ya sean personales, sociales o políticos.
¿Os apetece comentar alguna anécdota al respecto?.
Cuando refotografío imágenes tomadas sin trípode, me sucede a menudo que debo bajar unos centímetros mi punto de vista. Es entonces cuando percibo la altura del fotógrafo que me precedió en aquel lugar. En ese momento tienes la extraña sensación de ocupar realmente el espacio que él ocupó, por unos instantes. Es entonces cuando percibes todo lo que te puede unir a él, junto con todo lo que te separa.
En esta línea, nos podéis mostrar algunos trabajos de refotografía que más os hayan impactado, conmovido?.
Un trabajo que viene a la cabeza es «Ausencias» de Gustavo Germano, sobre los desaparecidos de la dictadura argentina. El trabajo es sencillo: junto a una fotografía familiar de los años 70, el autor yuxtapone otra actual donde se reproduce la misma escena, con casi los mismos personajes, porque unos terribles huecos muestran el vacío de las personas que fueron desaparecidas por la dictadura argentina y que ya no estan en las imágenes tomadas en la actualidad.
Este trabajo contiene tambien otra de las características que comparten muchos de los trabajos de refotografia: la implicación del autor con el suceso o el escenario, ya que, como en este caso, certifica el propio autor con una refotografía, su familia también tiene personas desaparecidas por aquel régimen dictatorial.
Existen otros ejemplos, como las espeluznantes refotografías de Alex Ayann tomadas en Auschwitz, donde las imágenes antiguas de deportados en el trance de ser exterminados conviven con las de los turistas que visitan el mismo lugar.
- Experiencia de la Refotografía. Entrevista a Ricard Martínez - 19 febrero, 2014
Muy bonito y emocionante, una cadena de sensaciones. Un trabajo precioso.
M’agrada molt, està molt bé, felicitatats
Gracies, Dolors.