Intervención psicológica en el accidente de tren Alvia en Santiago de Compostela (I)

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Fotos propiedad y cedidas por el diario La Voz de Galicia.

En el presente artículo, primera parte de un conjunto de dos, queremos exponer todo el trabajo y el enorme esfuerzo realizado por los miembros del Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias (GIPCE) durante los días del accidente y en los dos meses posteriores. Nuestro grupo, formado por 45 profesionales especializados en este tipo de situaciones, pertenece al Colegio Oficial de Psicología de Galicia (COPG) y desde hace 18 años tiene convenio con la Xunta de Galicia para proporcionar atención psicológica en las emergencias de nuestra comunidad. Nuestra activación siempre es a través del 112.

Activación

El día 24 de julio en Galicia no es un día cualquiera. Especialmente en Santiago. El ambiente festivo se respira por todas partes. En este entorno se produjo el que es el mayor accidente ferroviario de España de los últimos 40 años, 80 fallecidos y 140 heridos.

Cuando a las 21:25 h recibimos la llamada del 112 avisándonos de un accidente de tren ya llevábamos tres cuartos de hora organizando la intervención del grupo. No conocíamos la posible magnitud y la información extra-oficial que manejábamos nos hablaba de entre 10-13 personas. Nos parecía impensable.

Un primer equipo nos dirigimos al lugar del accidente, al Puesto de mando avanzado (PMA). El objetivo era evaluar la situación. En el trayecto el 112 nos informó de que se había habilitado como Centro de gestión psicosocial para las familias el edificio Cersia. Dividimos los efectivos. Dos nos dirigimos al PMA y el resto se dirigió al sitio designado. Allí permanecimos hasta aproximadamente las 4:30h de la madrugada del día 25, hora a la que bajamos al Cersia con el resto de miembros del grupo.

Intervención la noche del 24 al 25 de julio: la noche más larga

A estos dos escenarios iniciales se fueron sumando distintas demandas y lugares de intervención. Esta diversidad nos daba una idea de la complicación de la intervención y también de la cantidad de afectados.

Los escenarios en los que actuamos finalmente esa noche fueron los siguientes:

  • PMA
  • Edificio Cersia.
  • Estación de tren de A Coruña.
  • Estación de tren y ayuntamiento de Ferrol.

Fotos propiedad y cedidas por el diario La Voz de Galicia.

Fotos propiedad y cedidas por el diario La Voz de Galicia.

Puesto de Mando Avanzado

La intervención inicial en este escenario fue fundamental. Sentó las bases de toda la intervención. Nos proporcionó los contactos necesarios para coordinar los distintos aspectos de nuestra actuación y estableció los canales de transmisión de la información.

El recorrido que hicimos hasta llegar al PMA fue el primer indicio que tuvimos de la dimensión del accidente. La aglomeración nos dificultaba el paso y hacía imposible la comunicación conforme nos acercábamos al lugar del accidente. No había cobertura.

Una vez allí otros objetivos pasaron a completar el de evaluación inicial: dar respuesta a las cuestiones y demandas que planteaba la dirección de la emergencia, establecer los cauces provisionales de transmisión de la información, tanto referentes a las listas de fallecidos como del proceso de identificación y entrega de féretros, y mantener el control, la organización y la gestión de la intervención psicológica. Para todo esto iniciamos los contactos y la coordinación con los mandos de la emergencia, con la responsable de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG), con el juez, con la directora del Instituto de medicina legal de Galicia (IMELGA) y con los compañeros de Cruz Roja.

Paralelamente, los contactos internos con las distintas compañeras que estaban en el resto de escenarios, con nuestro enlace con el 112 y con la decana eran constantes.

Intervención en el edificio Cersia, Centro de gestión psicosocial

Los Gipces que llegaron esa noche al edificio se encontraron con multitud de profesionales: 061, voluntarios y técnicos de Protección Civil, Cruz Roja, policía local, policía nacional, periodistas, profesionales voluntarios, políticos locales y autonómicos, psicólogos y otros trabajadores del ayuntamiento de Santiago,…

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Fotos propiedad y cedidas por el diario La Voz de Galicia.

El objetivo que guió su trabajo esta noche fue el de toda nuestra intervención: asumir el control, la organización y la gestión de la atención psicológica a los afectados. Para ello se encargaron de reconocer espacios y habilitar zonas de trabajo, organizar y distribuir las tareas entre los distintos profesionales, el control, recepción y comunicación de la información sobre heridos a los familiares, la atención a las necesidades psicológicas, el control de los profesionales voluntarios que se iban acercando, establecer las relaciones con los medios de comunicación y proteger la intimidad de las familias. Para conseguir esto realizaron tres reuniones informativas con las familias y otras dos de profesionales. Los datos sobre los heridos se hacía de forma individual en despachos.

Intervención en las estaciones de tren de Ferrol y de A Coruña

Realizada con las familias que estaban esperando a sus seres queridos. En Ferrol las compañeras asumieron la coordinación de la atención a las familias y el operativo lo desplazaron al ayuntamiento, donde había más intimidad y más espacio. En ambos escenarios se intentó la coordinación con los distintos profesionales que intervenían, organizar los espacios, recabar la información necesaria, atender las necesidades psicológicas de las familias, establecer las relaciones con los medios de comunicación y la proteger a los afectados.

Intervención días 25 y 26

Nuestro trabajo a turnos con las familias se centró fundamentalmente en el edifico Cersia y en el Multiusos Fontes do Sar, habilitado como tanatorio. El día 25 la actividad comenzó pronto, sobre las 7 de la mañana. Las familias se acercaban en busca de nuevas noticias. Ya conocíamos el procedimiento acordado para la identificación y este fue el objeto de la primera reunión del día. Salvamos lo primeros momentos de tensión, no serían los únicos. Comenzamos a organizar el proceso de comunicación de identificación a seguir con las familias.

Mientras, los Gipces que estaban en el Sar colaboraban con el equipo forense ultimando el circuito que seguirían las familias para poder llevarse a sus seres queridos, distribuían tareas y organizaban los efectivos.

El resultado de este trabajo de coordinación en los dos edificios fue el siguiente protocolo de actuación para la comunicación de la identificación y recogida del féretro que seguimos con las familias durante los dos días que estuvo el operativo abierto.

– Procedimiento seguido en el Cersia en la comunicación de la identificación: se hizo de forma individual con los familiares de los fallecidos identificados por huella dactilar a los que se les estaba practicando la autopsia. En cada despacho asignado para esta tarea había una pareja de psicólogos, del GIPCE o de Cruz Roja, y un miembro de la policía científica. Los pasos establecidos fueron los siguientes:

  • Nombres de los identificados: recibíamos la comunicación desde el Sar, reuníamos a las familias, las identificábamos y acompañábamos a los distintos despachos donde estábamos nosotros.
  • Comunicación de la identificación: la policía científica comunicaba el proceso seguido, resolvía las dudas y salían. Los psicólogos quedábamos con la familia abordando los primeros momentos del proceso de duelo y explicándoles el procedimiento a seguir.
  • Traslado al Sar: esperábamos con las familias hasta que nos confirmaran que podía realizarse.

Un psicólogo les acompañaba en el trayecto y les dejaba con otro compañero que permanecería con ellos hasta el final.

– Procedimiento seguido en el Sar para la recogida del féretro: los psicólogos que les recibían, uno o dos en función de la disponibilidad, se encargaban de recoger los datos e informar a la familia de los pasos a seguir. El circuito era el siguiente: toma de datos judiciales y recuperación de objetos personales, realización de trámites funerarios, tiempo con el féretro, opción de visualización del cuerpo y recogida y traslado a sus lugares de origen. Aquí finalizaba nuestra labor.

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Fotos propiedad y cedidas por el diario La Voz de Galicia.

A este trabajo con las familias se unió por la tarde la situación que nos fue participada por la directiva de la asociación de vecinos de Angrois sobre lo que algunos de sus paisanos estaban viviendo a raíz del accidente. Y comenzamos a atender también las demandas que nos iban llegando.

La actividad del Sar el día 25 se cerró sobre las 4:00 de la madrugada. A esa hora había 55 personas identificadas y 13 por identificar. Estas quedarían para el día siguiente, además de las 9 familias que tenían pendiente recoger los féretros de sus seres queridos. El 26 continuamos con el mismo proceso hasta las 21:45, hora a la que se cerró oficialmente el operativo de intervención. Los tres cuerpos que quedaban por identificar los entregamos al día siguiente en los juzgados.

Intervención hasta el día 31 de julio

Hasta el día 30 atendimos peticiones de afectados y vecinos de Angrois que nos llegan a través del 112. También individualmente a intervinientes con reacciones de estrés derivadas de la intervención.

El día 29 de julio asistimos al funeral religioso en la Catedral y la Decana del COP de Galicia inicia los contactos con la Consellería de Sanidad para establecer los cauces a seguir en la atención de afectados, familiares y vecinos. Proponemos la puesta en marcha de un protocolo de atención rápida en salud mental. El día 31 hacemos efectiva la derivación de la atención a servicios normalizados. Iniciamos el trabajo con intervinientes.

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